2-2. El Arosa revive con dos goles a balón parado y se jugará el pase en A Lomba

Lo que apuntaba a golpe casi letal de la UD Ourense, coincidiendo con las fiestas del barrio que da nombre a su fortín, terminó en resignación local por la vigorosa recuperación del Arosa, que niveló un 2-0 con dos dianas postreras de córner de Pacheco y Santi Gegunde para llegar con una mínima ventaja –le sirve el empate en la prórroga– a la vuelta en A Lomba. 

Con ánimo de reeditar el éxito del curso pasado, en el que ambos conjuntos se midieron en la semifinal autonómica con el pase decidido en el templo vilagarciano tras un empate sin goles en O Couto, el Arosa, muy consciente de los errores que le condenaron en la visita liguera hace menos de un mes, salió muy serio, primando la solidez sobre la producción ofensiva. Apostó Luisito, que ya advirtió en la previa sobre la importancia de pensar en el conjunto de la eliminatoria, por Brais Pedreira como alternativa de profundidad en el flanco derecho y Sylla, junto a Iñaki, por detrás del referente Rubo. 

El respeto y tanteo inicial lo dio por terminado Yelco con una incursión por el costado izquierdo que terminó en un centro muy forzado por encima del larguero. La réplica del bloque arlequinado llevó la firma de Iñaki con un golpeo alto. Compacto en el repliegue, la escuadra visitante, ayer de celeste, puso el foco en frenar las combinaciones interiores de una UD Ourense muy propositiva. A la contra, mediado el periodo, Rubo, tras un pase al espacio de Iñaki, puso a prueba a Cobo con un golpeo centrado en el mano a mano. Yelco, el mayor peligro anfitrión, rondó en la acción posterior el tanto con una parábola desde la frontal del área. 

El pormenorizado estudio del oponente dejó detalles como el marcaje al hombre de Sylla sobre Champi por todo el perfil central o la implicación de Martín Diz en las medidas incursiones de Varo. Samu se aprovechó de su rol más liberado para, a la media hora, trazar una diagonal hacia Jesús que el colegiado invalidó cuando encaraba a Manu Táboas. En el minuto 40, Luismi, en la primera opción a balón parado, cabeceó alta una falta lateral de Jesús. Cuatro después, Yelco se fabricó una falta pegada a la línea de fondo que él mismo ejecutó por abajo hacia el segundo palo, donde Lucas, anticipándose a Diego Enjamio, embocó el 1-0.

Con mayor actividad en la presión, el Arosa pareció coger la manija en el reinicio, pero una nueva concesión defensiva en un servicio raso permitió a Jesús anotar el segundo. Cabe resaltar que dos minutos antes el atacante de Oroso había dado pie a la polémica con un claro empujón sobre Iñaki en un córner que el colegiado no consideró penalti.

El Arosa se vio contra las cuerdas y Luisito reaccionó con un triple cambio que dotó de mayor verticalidad al equipo. Le faltó calma en ataque a los visitantes, pero salió a relucir su capacidad de resistencia. Los recién entrados Concheiro y Borja Míguez rondaron la anotación antes de que Pacheco, en una acción en falta sobre Varo que venía a compensar la pena máxima no señalada sobre Iñaki, rubricase el 2-1 en un saque de esquina botado por el especialista Concheiro. El gol hizo daño a un conjunto rojillo en clara decadencia, al que le faltó poso para gestionar la ventaja. El bando arousano, bregado en estas lides, tiró de oficio para llevar el pulso a su terreno y terminó igualando en otro córner que cabeceó en el primer palo el recambio Santi Gegunde. 

La reacción de Luisito al finalizar el partido

El preparador del Arosa mostró su satisfacción por el empate rescatado en O Couto. "Tenía un partido preparado y fue tal cual el que salió. Lo que pasa es que unas veces estamos más acertados que otras”, comentó el preparador de Teo, molesto con las concesiones defensivas: "Me partió el alma que nos meten en el minuto 44, porque era injusto que nos fuésemos perdiendo al descanso. El equipo se trató de rehacer, nos encontramos con el 2-0 y se demostró el carácter del Arosa". 

"Creímos en lo que realmente teníamos que hacer, lo que trabajamos en los entrenamientos. El equipo es mucho mejor de lo que la gente piensa, estuvo a un nivel altísimo y a balón parado estuvimos acertados", expuso Luisito, orgulloso de la capacidad de supervivencia de los suyos: "Para matarme hay que pegarme un tiro y mirar si estoy muerto. Eso se lo traslado a los futbolistas, que tuvieron agallas y personalidad para jugar a lo que había que jugar". "Nos hipotecó el gol antes del descanso. Cometimos dos errores imperdonables", recalcó dolido.

"Era injusto estar perdiendo 2-0. La UD Ourense es un muy buen equipo. Los cambios funcionaron e hicimos lo que trabajamos durante la semana. El resultado final es tremendamente justo”, agregó el técnico arlequinado, confiado en el factor A Lomba: "Se tiene que llenar. El ambiente este domingo aquí era impresionante. La afición del Arosa le va a demostrar a la de la UD Ourense que está a la altura. Los futbolistas lo merecen".