No pudo ser. El Arosa se quedó fuera de la fase de ascenso tras caer derrotado por 1-ante el Rácing Vilalbés. El encuentro tuvo de todo: mucha tensión, dos goles anulados y una jugada en el último suspiro para mandar la eliminatoria a la prórroga, pero una mano milagrosa del guardameta visitante impidió que el partido se fuese al tiempo extra.
El encuentro comenzaba de cara para el equipo visitante. No se habían ni cumplido cinco minutos desde el pitido inicial cuando Pablo Rey resolvió con una volea colosal un rechace en el interior del área arousana. El racinguista enganchó un balón llovido que podía haber acabado en cualquier parte del campo, pero se introdujo con violencia en la meta defendida por Manu Táboas.
La primera mitad tuvo las alternancias propias de un encuentro con tanta tensión. Álex Pérez pudo poner el 0-2 con un disparo cruzado desde dentro del área, pero el colegiado anuló el tanto. Poco después, el árbitro volvió a anular otro gol, en este caso de Sylla, y el encuentro se fue al descanso con el 0-1 en el marcador.
En la segunda mitad apretó el Arosa, pero un inspiradísimo Santomé mantuvo a los suyos por delante. Los locales lo intentaban y el premio llegó en el minuto 69. Pacheco ponía el 1-1 en el marcador después de un rechace y el empate mandaba la eliminatoria a la prórroga.
Los de Luisito pusieron toda la carne en el asador y apretaron en los minutos finales. Ya con el descuento, en el último balón bombeado al área, la grada a punto estuvo de cantar el gol del empate arousano tras un gran remate de cabeza de Sylla, pero Santomé protagonizó una parada increíble que dejó al Arosa sin opciones de seguir peleando.
