Días antes de que se abriera la veda del pulpo, que ya se puede volver a capturar en Galicia desde el pasado lunes, el servicio de Guardacostas de Galicia requisó una tonelada de este cefalópodo pescado de manera furtiva.
El operativo, según informó la Consellería de Mar, ha permitido incautar cerca de 2.500 cacharros de pulpo, que contenían más de 950 kilos de esta especie, en distintos puntos del litoral de la provincia de Pontevedra.
Esta actuación se suma a la realizada el pasado 25 de junio, en la que se incautaron otras 1.950 unidades con 166 kilos de cefalópodo, fruto del refuerzo de los controles justo antes del inicio de la campaña extractiva de esta especie.
Los Guardacostas de Galicia intensificaron estas inspecciones justo antes del inicio de la campaña de extracción del pulpo, que se extenderá hasta que comience la veda de 2023.
A este respecto, desde la Xunta de Galicia hacen un llamamiento a la ciudadanía para que compre solo productos procedentes de los canales legales, los únicos que cuentan con todas las garantías para su consumo.
Recuerdan además el daño que la actividad irregular hace a los profesionales del sector, dada la importancia socioeconómica que la pesca y el marisqueo tienen en Galicia
