De ruta por los cementerios más singulares de la provincia

El turismo necrológico propone otra manera de recorrer la historia y el arte de las ciudades a través de sus camposantos. Cambados, Vilagarcía y Pontevedra acogen algunos de los más visitados
Cementerio de San Mauro de Vilagarcía. RAFA FARIÑA
photo_camera Cementerio de San Mauro de Vilagarcía. RAFA FARIÑA

Desde tiempos remotos, el culto a los muertos ha estado muy arraigado en Galicia y estrechamente relacionado con el culto megalítico. Desde las mámoas, que constituyen un importante legado de nuestros antepasados celtas, a los panteones más modernos,
pasando por mausoleos, cruceiros, bustos e imágenes invitan a contemplar la muerte desde un punto de vista histórico y artístico.

Hoy existen algunos cementerios en la provincia de Pontevedra de interés histórico y artístico en los que es posible hallar piezas firmadas por escultores de renombre, memoriales de grandes personalidades y conmemoraciones de hechos históricos.  

Panteones en el cementerio de San Mauro, en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
Panteones en el cementerio de San Mauro, en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El cementerio de San Mauro, el más grande de Pontevedra, es una construcción neoclásica, diseñada a finales del siglo XIX por el arquitecto municipal Alejandro Rodríguez-Sesmero. San Mauro acoge enterramientos de diferentes épocas y estilos, columnas partidas, baldaquinos y mausoleos de gran riqueza arquitectónica. Entre éstos destacan el de Ramiro Trapote, realizado en mármol; el del poeta Andrés Muruais, erigido por subscripción popular; el del escritor y jurista Indalecio Armesto, con simbología masónica; y los de Eduardo Vincenti y Dolores Montero, que incluyen bustos en bronce. El camposanto también cuenta con un busto, obra del escultor Francisco Asorey, en la tumba del violinistaManuel Quiroga Losada.
Otra parada que no defrauda nunca en la ruta artística es el panteón de la familia Sánchez
Cantón, ya que en él se conserva una imagen de san Francisco perteneciente a la desaparecida
capilla barroca de Os Santos de Mollabao.

Cementerio de Santa Mariña de Dozo, en Cambados. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Cementerio de Santa Mariña de Dozo, en Cambados. JOSÉ LUIZ OUBIÑA


El cementerio de Santa Mariña de Dozo, emplazado en las ruinas de la iglesia del mismo
nombre del concello de Cambados es otro referente de visita imprescindible.
Situado en el Monte de la Pastora es uno de los más bonitos de Galicia. Destaca porque parte de él se ubica en el interior de las ruinas de un antiguo templo de estilo gótico marinero construido en el siglo XVI por orden de Juana de Hungría y María de Ulloa, durante el mandado de Lope Sánchez de Ulloa.
A mediados del siglo XIX, esta iglesia, que había sido levantada sobre las ruinas de una ermita románica del siglo XII, cayó en desuso y décadas más tarde se desplomaron la techumbre y algunos muros.
A partir de entonces, el cementerio exterior se fue introduciendo dentro de las ruinas del templo diseminando las tumbas por todos sus rincones.

Cementerio Inglés de Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Cementerio Inglés de Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Otra necrópolis es de gran relevancia por su interés histórico es el cementerio de los ingleses de Vilagarcía, que rememora el paso de la Armada británica por el puerto de la localidad arousana a principios del siglo XX. Se trata, además, del único camposanto inglés de la provincia.

El cementerio Naval Británico se construyó en el año 1911 para albergar los restos de los soldados ingleses fallecidos ya que al ser protestantes no podían ser enterrados en el camposanto católico. Aquí descansan también algunas personalidades como el que había sido cónsul británico en Vigo, Alexander Linsay, y su esposa, cuyo fallecimiento se produjo en los años 70. Son dos de los últimos enterramientos que tuvieron lugar en este cementerio
 

Otros enclaves de interés
Diseñado por el arquitecto Jenaro de la Fuente, en el cementerio de Pereiró (Vigo) destaca el monolito de Concepción Arenal, firmado por Gómez Román. En el cementerio de Os Eidos (Redondela) yacen en una fosa común, 42 republicanos represaliados de la Guerra Civil. Arcos de Furcos (Cuntis) es el único cementerio subterráneo que existe en Galicia.