Las Rías Baixas continúan derribando techos de cristal en cuanto a visitantes y facturación, pero en términos de cotización se quedan bastante por debajo de otros lugares del territorio estatal.
Las cifras publicadas este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dejan ver que en este territorio la tarifa media diaria se situó en los 73 euros por habitación, un 10,5% más que el promedio que se manejaba un año antes. El crecimiento es uno de los más acentuados del país, hasta el punto de que, de las 44 zonas turísticas que integran el estudio, solo hay cinco que se han revalorizado (interanualmente) con más intensidad: la Costa Tropical de Andalucía (+22,54%), la costa de Vizcaya (+20,75%), la Mariña Lucense (+16,22%), las islas de Ibiza y Formentera (+14,90%) y la Costa Cálida de Murcia (+10,65%).
Los extremos de la cadena
La actualización de tarifas fue una de las novedades más comentadas (y sufridas) por los clientes del sector. Sin embargo, los balances oficiales reflejan que, en realidad, el coste de la pernoctación en las Rías Baixas es el sexto más económico del conjunto de destinos más turísticos del país. Los únicos cinco que manejan importes inferiores son las Terres de Lleida (60,34 euros de tarifa media), el Valle de Arán (70,63), la isla de La Palma (71,87), el Pirineo Aragonés (72,07) y la Mariña Lucense (72,13).
En el otro extremo se sitúan destinos con una balanza mucho más desequilibrada entre oferta y demanda, y con una cotización mucho más rentable para los propietarios de los establecimientos hoteleros ¿Cuál es el top tres? Pues según la misma base estadística, el ranking de septiembre estuvo encabezado por la costa de Guipúzkoa (con una tarifa media diaria de 191,36 euros), las islas de Ibiza y Formentera (187,48) y Barcelona (175,45).
44 euros menos que la media nacional
A nivel provincial el coste de la estancia se situó el mes pasado en los 72,75 euros diarios, casi 25 euros menos que en agosto, pero un 11,64% más del precio que se manejaba hace un año. En este caso, Pontevedra obtiene mejores resultados en la clasificación, ya que se computan todas las provincias y comunidades en lugar de zonas turísticas. Sin embargo, el coste se queda muy por debajo de la media nacional (116 euros) e incluso de la autonómica (73,40 euros). Y así como mejora las marcas de Ourense (59,31 euros) y Lugo (61,51), pierde el pulso frente a A Coruña (79,83).
38 € por habitación disponible
Fruto del coste medio y el índice de ocupación (49,26%), el sector hostelero de las Rías Baixas obtuvo en septiembre un rendimiento de 38,37 euros por habitación disponible, un importe que vuelve a colocarse en la parte baja de la tabla si se compara con otros destinos. En Guipúzkoa, por ejemplo, se registró un promedio de 165 euros por habitación disponible y en Ibiza-Formentera un promedio de 159,98.
Si se estrecha más el cerco y se examinan puntos turísticos concretos, el balance del INE destaca dos localizaciones en las Rías Baixas: O Grove y Sanxenxo. ¿Qué sucede en estos casos? Pues que la tendencia es similar, pero con varios matices.
Uno de ellos es que, al contrario de lo que se podía intuir, el concello grovense obtuvo mayor rentabilidad que el municipio sanxenxino. Exactamente, O Grove registró en septiembre un ingreso medio por habitación disponible de 38,24 euros (un 20,7% más que en 2022), llegando a alcanzar en agosto los 99,40 euros. Sanxenxo, en cambio, marcó en septiembre una media de 37,94 euros (un 13,93% más que en 2022) y en agosto un promedio de 80,76 euros.
¿Qué sucede con el resto? El análisis evalúa un total de 106 puntos turísticos y, de estos, solamente once obtuvieron una rentabilidad más baja. Se trata de Badajoz, Algeciras, Trujillo, Ciudad Real, Cazorla, Naut Aran, Viveiro, Cangas de Onís, Villaviciosa y Albarracín y Arcos de la Frontera, donde se computó el mínimo de 27,17 euros por habitación disponible.
438.840 pernoctaciones
Independientemente de los efectos en el libro de cuentas de los hosteleros, el coste es uno de los grandes atractivos que atesoran las Rías Baixas a la hora de atraer a viajeros. De hecho, de las 44 zonas turísticas que examina el INE, la costa pontevedresa es la duodécima que contabilizó más clientes en sus establecimientos hoteleros. Concretamente, 193.329 (un 37% de ellos extranjeros), lo que representa un crecimiento del 4% respecto al año pasado. El volumen supera las cifras de otros destinos populares como Fuerteventura o Menorca y va acompañado de 438.840 pernoctaciones.
En el caso de Sanxenxo, se registraron 35.527 viajeros y 116.097 pernoctaciones, mientras que en O Grove se alcanzaron los 14.614 viajeros y las 37.242 estancias.
Récord de establecimientos abiertos
Otro récord que se anotan las Rías Baixas tiene que ver con la capacidad hotelera. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), dicho territorio mantuvo en septiembre 586 establecimientos abiertos, 79 menos que en agosto, pero 22 más que los que se contabilizaban un año antes. Como consecuencia, el sector batió la plusmarca de habitaciones disponibles en un mes de septiembre (15.450) y de plazas (29.362).
En cuanto a la estancia media de los viajeros que visitaron las Rías Baixas el mes pasado, la media fue de 2,27 días, una cifra que supera en tres décimas el promedio de agosto y que es muy similar a la que se manejaba antes de la pandemia: 2,29 días en septiembre de 2019.
En O Grove la media ascendió hasta los 2,78 días y en Sanxenxo llegó a los 3,47 días.
Menos ocupación, pero el mejor dato de empleo
Como suele ocurrir cada verano, el grado de ocupación de los establecimientos hoteleros de las Rías Baixas descendió al finalizar agosto hasta situarse en el 49,26% del pasado mes de septiembre. En este caso, la marca de 2019 fue más elevada (52,42%), pero las estadísticas demuestran que fue el mejor dato que se cosechó en los meses de septiembre de los últimos tres años.
Además, cabe destacar que a nivel de empleo no hay parangón. La serie histórica del INE demuestra que el mes pasado el sector hotelero de las Rías Baixas mantuvo empleadas a 3.620 personas, un 5% más que en septiembre de 2022 y 39 empleos más que en septiembre de 2019.
A nivel comarcal las estadísticas todavía van a rebufo, pero las últimas cifras publicadas (correspondientes al mes de agosto) dejan ver que la hostelería es el cuarto generador más importante de puestos de trabajo. Concretamente, la comarca alcanzó en agosto los 4.366 afiliados en este sector, un montante que solo superan el comercio (8.678), las actividades sociosanitarias (5.313) y la industria (4.786).
