La Audiencia Nacional pone en libertad al presunto líder de la reciente operación Halia

Pablo Q., al que se atribuye una espectacular mansión muy cerca del astillero de Sito Miñanco,
ya está de vuelta en las Rías Baixas. Una de las claves, un velero en el que no se halló la cocaína

 Parte de los más de tres millones de euros localizados en la vivienda de uno de los presuntos lugartenientes del excarcelado. UCO
photo_camera Parte de los más de tres millones de euros localizados en la vivienda de uno de los presuntos lugartenientes del excarcelado. UCO

El Poder Judicial ha vuelto a dar una buena noticia a un presunto narcotraficante, según la UCO uno de los más importantes de cuantos operaban en las Rías Baixas gallegas en los últimos años. Y es que la Audiencia Nacional ha puesto en libertad a Pablo Q,, considerado el más relevante de los objetivos detenidos hace apenas tres semanas en el marco de la operación Halia, un amplísimo despliegue policial de citada Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que sirvió para hacer aflorar un explosivo patrimonio inmobiliario en manos del ahora excarcelado y de sus dos presuntos lugartenientes, uno de ellos estrecho colaborador del Clan de Los Charlines en el pasado.

El juzgado instructor de la Audiencia Nacional sigue así los pasos de otras resoluciones recientes con grandes capos de la droga de por medio, en especial en los casos en los que la desencriptación de las comunicaciones tiene un peso esencial en las acusaciones, como parece ser en lo que respecta al presente investigado. Otros nombres célebres relacionados con el narcotráfico gallego (e internacional) puestos en libertad por la AN recientemente son el sueco Jonas Falk, alias El Pablo Escobar sueco, o el hispanomarroquí Fikri Amellah.

La Unidad Central Operativa, con la ayuda de Europol para acceder a las comunicaciones encriptadas del grupo gallego desmantelado, consiguió llegar a todo el entramado, con centro de operaciones en el triángulo de la cocaína (Vilagarcía, Vilanova y Cambados), que tenía capacidad tanto para recibir grandes alijos en embarcaciones de recreo, principalmente veleros, como para hacer grandes importaciones de hachís (toneladas) y distribuir drogas sintéticas como cocaína rosa, anfetaminas o MDMA, e incluso heroína y marihuana. Precisamente la ausencia de droga en uno de los veleros que pudieron ser rastreados por los investigadores influyó en la puesta en libertad del ahora liberado.

Más de tres millones de euros en efectivo

Pero en la operación Halia el hallazgo más destacado, además de las mansiones de los tres cabecillas (la atribuida a Pablo Q. está muy cerca del astillero Facho, atribuido a Sito Miñanco) fue el dinero en efectivo, más de tres millones, localizado en los registros, que supone el récord de todos los tiempos en la lucha contra el narcotráfico gallego.

Con todo, considerado objetivo principal, también por la DEA, ya está de nuevo en libertad.