Este camping de A Illa se llena de familias y jóvenes buscando tranquilidad

Visitantes de todas partes de España y el extranjero llegan al camping El Edén, en la Illa de Arousa, buscando paz, comunidad y disfrutar de sus vacaciones en un entorno paradisíaco
El camping El Edén. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera El camping El Edén. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Desde que El Edén, uno de los dos únicos campings de la paradisíaca Illa de Arousa, abrió sus puertas en 1995, la demanda no ha parado de crecer. La mayoría de los usuarios acaban repitiendo porque buscan un ambiente familiar, tranquilo y a un paso de la playa.

El campista Uxío Pérez. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
El campista Uxío Pérez. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
 

La familia del cullerdense Uxío Pérez es una de las veteranas del camping, porque llevan viniendo cada año desde el 2003, cuando él tenía dos años. A Uxío hay muchas cosas que le gustan del camping. "Tiene muchas instalaciones, es muy tranquilo, bien localizado...". Sin embargo la razón principal que lleva a Uxío y a su familia a volver cada año es que ya tiene aquí a sus amigos. "Llevo viniendo con la misma gente desde siempre, hay buen ambiente y es como un vecindario. "

Pablo Sangó posa delante de una caravana. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Pablo Sangó posa delante de una caravana. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El santiagués Pablo Sangó, que tiene la caravana en su parcela en los meses de julio y agosto, comparte muchas de las razones que expone Uxío de por qué vuelven cada año. Él, que tampoco recuerda un verano sin venir porque se alojó por primera vez con dos años y ahora tiene 20, cuenta que "ya empecé a hacer amigos el primer año, a mis padres les gustó y repetimos". Además, es aficionado a la navegación y la Illa de Arousa es un sitio perfecto para practicarla. A Pablo le gustaría seguir viniendo incluso cuando tenga hijos. "Es un punto de contacto con la gente que quiero", cuenta.

Esa sensación de comunidad es compartida por hijos y padres. Jaime, de Pontevedra y con dos hijas de 13 y 11 años, lleva 14 años viniendo. Primero oyó buenas reseñas de unos amigos y quiso probar a venir unos días. Esos días, con los años, se fueron conviertiendo en semanas hasta ahora, que ya se queda un mes entero. "Es un sitio que nos gusta mucho, muy tranquilo y las niñas tienen su pandilla". Estar con la bici, dar vueltas por la isla, tomar un café y hablar con la gente... Son algunas de las actividades que más disfruta.

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Jaime en el camping. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
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Iria con su caravana detrás. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

Carolina, madre de dos hijos de 12 y 8 años, e Iria, que tiene tres de 11, 8 y 2, confirman que es un camping "ideal" para los más pequeños. "Los niños lo pasan muy bien y tienen mucha libertad. Ya tienen su grupo de amigos." Ellas, que son de Vigo, se quedan tres semanas en julio. Carolina, que lleva 9 años, en tienda e Iria, que va por su décimo año, en caravana.

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Marta y Lucía delante de su tienda. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

 

Aunque hay muchos niños, no todo en el camping son familias que se quedan una larga temporada. Lucía, educadora social, y Marta, profesora, son dos amigas de Redondela que se han venido unos días buscando descanso y desconexión. No es la primera vez que vienen a este camping, pero sí la primera que vienen juntas. "Llegamos ayer y nos vamos mañana, son pocos días porque son los únicos que podíamos coincidir". Lo escogieron porque "está en un paraje maravilloso, A Illa de Arousa es un paraíso. Volveríamos a escogerlo sin duda. Nos gusta mucho más el plan camping que otro tipo de turismo".

Alojadas al lado de Lucía y Marta están las hermanas Ana y María José, de Murcia. Vienen en furgoneta, y la Illa es una de las paradas del viaje que empezaron hace tres semanas en Palencia, a la que llegaron ayer "y a lo mejor nos vamos mañana". Ambas son experimentadas en los viajes en furgoneta. "Es mi estilo de viaje, naturaleza, carretera y libertad", cuenta Ana. Su viaje está siendo improvisado y cuentan que, cuando ya has hecho muchos viajes así, alojarte en un camping y darte una ducha caliente es un auténtico "lujo". "Quedarte en un camping te da otra vida, por ejemplo al no tener que buscar donde aparcar ". Iban a ir a los Picos de Europa pero la ola de calor les hizo cambiar de planes, así que vinieron a la costa en busca de fresco. A la Illa en particular tenían además otra "razón emocional" para venir. "Nuestro padre es mecánico industrial de conservas y estuvo trabajando en la Illa por temporadas. Siempre nos relataba un restaurante, la tapería Las Gaviotas, y un sitio donde el se alojaba desde un cariño impresionante. Estábamos cerca y hemos querido conocer a la mujer que le preparaba la comida, que aunque ya falleció, el sitio aún existe y lo hemos podido ver".

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Las campistas Ana y María José delante de su furgoneta. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Para la gerente, Dorca Hernández, su trabajo es "intenso pero gratificante". Ella, que llegó al camping, propiedad de la familia de su marido, hace casi 10 años explica que "desde que abrimos a las 9 de la mañana hasta que cerramos a las 24 horas, los gerentes estamos trabajando. Para los empleados es distinto, hay gente a media jornada y otra a 40 horas semanales".

La gerente Dorca Hernández. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
La gerente Dorca Hernández. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

El lugar abre en mayo sólo los fines de semana y festivos, y es a partir del 17 de junio cuando abre las 24 horas y ella su familia se mudan. El 18 de septiembre cierra de nuevo hasta que vuelve a empezar la temporada. Aunque no está abierto muchos meses del año, el trabajo es constante. "El mantenimiento es todo el año, todos los días. Tenemos que cuidarlo para poder trabajar en él en verano", afirma la gerente. Dorca confirma que la mayor parte de los usuarios repiten cada año y que lo que más hay son familias. "Los niños traen a los padres, también hay gente que viene a las fiestas pero generalmente nos enfocamos en las familias. Se llena bastante, a partir del 22 de julio está completo". En cuanto al origen, hay muchos gallegos, pero también andaluces o asturianos. De fuera de España, vienen especialmente franceses, alemanes e italianos.

La piscina del camping. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.
La piscina del camping. JOSÉ LUIZ OUBIÑA.

Dorca atribuye a diferentes factores el éxito del camping. "No hay muchas opciones en la isla, sólo hay dos, tratamos de tener un buen servicio, mucha limpieza. La gente repite porque el sitio les gusta, intentamos tenerlo muy cuidado, el camping tiene 27 años y le damos mucho cariño". Hace nueve años hicieron una pequeña ampliación, de 3.000 metros, y aunque ahora les gustaría hacer otra se están "encontrando con dificultades". "El ayuntamiento debería dar facilidades para expandir el turismo, no nos dejan, por ejemplo, ampliar más porque no nos dan los permisos", cuenta.

El entorno del camping, la playa Camaxiñas. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
El entorno del camping, la playa Camaxiñas. JOSÉ LUIZ OUBIÑA