Los que cultivan el mar

El Instituto Galego de Formación en Acuicultura suma tres décadas preparando a jóvenes en el cultivo del mar y el buceo en A Illa de Arousa. Se trata de un centro de referencia nacional que hace del mar un aula más y que hoy exporta talento a todo el mundo

El profesor Bernardo Fernández, del Igafa, muestra a sus alumnos el comportamiento de los peces en el Igafa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera El profesor Bernardo Fernández, del Igafa, muestra a sus alumnos el comportamiento de los peces en el Igafa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

"El mar". Es la respuesta de Carlos cuando le preguntan qué le ha llevado a estudiar Acuicultura en A Illa de Arousa. El contacto con el mar también ha sido definitivo para Noelia, graduada en Biología en busca de una oportunidad laboral. Pablo y Santiago, que quiere dedicarse a las Ciencias del Mar, explican que a la hora de escoger sus estudios pesó el hecho de que el Igafa imparte ciclos eminentemente prácticos en los que el Atlántico se convierte en un aula que permite observar in situ cómo se desarrollan algunos moluscos como el mejillón, o de qué manera se cultivan cuatro variedades de almeja y peces como el besugo o la dorada. 

Fachada exterior del Igafa en A Illa de Arousa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Fachada exterior del Igafa en A Illa de Arousa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA


Ubicado en la punta Niño do Corvo, en la isla arousana, el centro se integra con el paisaje gracias a su forma, que evoca una batea. Hoy el Igafa alberga a cerca de 200 alumnos que cursan los ciclos medio y superior de Acuicultura y cada dos años da la bienvenida a una nueva promoción del ciclo de Buceo, casi único en todo el país.

En una mañana lluviosa de octubre la actividad en el Igafa no cesa. En el recibidor un cartel advierte de la charla que al día siguiente impartirá una exalumna sobre el cultivo de algas. 
 



El director, Ventura Villar, llama la atención sobre la relación que mantiene el centro con sus exalumnos que se encuentran por todo el mundo. En una visita guiada por el instituto, descubre las instalaciones únicas de este centro formativo: una cetárea, un aula de acuariología, talleres, invernadero de piscicultura además de las estructuras flotantes, dos jaulas y una batea. Cuentan con una embarcación para llegar a esta infraestructura en el mar. "Y la tripulación es muy importante para este centro", observa Villar. También disponen de un parque intermareal en O Carreirón, cedido por la cofradía de pescadores de A Illa, relata el director del Igafa camino de la planta inferior, donde se ubica el área de cultivos.

Alumnado de la clase de cultivos aprende a limpiar el molusco y extraer la semilla, en el Igafa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Alumnado de la clase de cultivos aprende a limpiar el molusco y extraer la semilla, en el Igafa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Allí un grupo de estudiantes limpia ostras extraídas de la batea con pequeños cepillos. «Nos acaban de traer ostras y las vamos a acondicionar para obtener semilla», explica Malena Lage, la profesora de Cultivo de Moluscos. "Trabajamos con reproductores para obtener larvas, y después fijan y van para la batea o para la playa"·, añade la profesora. El objetivo es formar al alumnado para que después trabajen en cualquier planta de producción. "Estas semillas son del criadero de aquí, las colocamos con fitoplacton y el agua a veinte grados para que maduren y obtener puestas", indica Malena Lage.

Criaderos. En la planta donde se levanta el criadero (1.175 metros cuadrados) huele a mar. El portalón abierto a la ría arousana deja entrar la brisa y la lluvia. El agua fluye por unos tubos que van a las cubetas transportando placton para alimentar a las larvas. En esta misma planta se cría el fitoplacton y los alumnos analizan el comportamiento de los peces que crecen en grandes tanques. Aprenden a cultivar especies de agua dulce y salada, moluscos y crustáceos, en ocasiones para su repoblación, y aprenden a manejar las larvas. 

El criadero de moluscos y cultivos auxiliares alberga enormes bolsas de fitoplacton y varias piscinas donde se pueden observar distintas especies como los bogavantes de un llamativo color azul.

En el mismo espacio, Bernardo Fernández, el profesor de Cultivo de Peixes y Técnicas Analíticas de Control Sanitario, está a punto de inaugurar unos tanques de peces. "Estamos entusiasmados, fuimos al foro de O Grove y allí uno de los temas estrella era el bienestar animal lo que aplicado a peces consiste en hacer lo que se llama un enriquecimiento ambiental". El profesor muestra la diferencia entre un tanque sin ningún elemento en su interior en el que los peces nadan en círculos, y otro al que han colocado un tubo y varias cuerdas que cambian el comportamiento de los animales. "Hemos puesto unas cuerdas verticales y un tubo para que se diviertan los peces, y es cierto parecen más curiosos, más activos", explica.

Un grupo de alumnos regresa de la batea con bolsas de moluscos. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Un grupo de alumnos regresa de la batea con bolsas de moluscos. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El director del Igafa se dirige hacia la puerta. A escasos metros se encuentra el muelle con un pequeño pantalán adonde llega una pequeña embarcación con un grupo de alumnos. Vienen de recoger bolsas de la batea, su misión ahora consiste en separar el molusco de las especies que lo amenazan y obtener la semilla. 
También en el exterior se encuentran los criaderos de rodaballo. Entre esta especie y otros peces se producen cada año en torno a 300 kilos de pescado en el propio Igafa, la mayor parte acaba como harina.

Rodaballos en uno de los tanques de piscicultura del Igafa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Rodaballos en uno de los tanques de piscicultura del Igafa. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Ciclo de Buceo. Las instalaciones son referencia, pero también el propio alumnado. «Normalmente las empresas están muy contentas con el funcionamiento de los alumnos», advierte Ventura Villar camino del área de Buceo donde doce alumnos asisten a clase de soldadura. Allí aprenden a realizar algunos trabajos, primero fuera del agua y después sumergidos. Para ello disponen de importantes medidas de seguridad, tal y como explica el director del centro. El área de buceo cuenta con una piscina interior de agua dulce de dos metros y un pozo de inmersión exterior en agua salada de cuatro metros, cámara hiperbárica, almacenes de material para el buceo profesional, estación de carga, así como un taller de soldadura y otro de mecánica naval.

El director del Igafa, Ventura Villar, muestra el material de buceo. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
El director del Igafa, Ventura Villar, muestra el material de buceo. JOSÉ LUIZ OUBIÑA


"Para entrar en el módulo de buceo hay que pasar unas pruebas físicas y psicológicas", sostiene el director del instituto de Acuicultura, que destaca que el índice de empleabilidad ronda el 90% en este ciclo. Uno de los profesores de Buceo irrumpe en la sala de material. Allí muestra los trajes de neopreno con los que practican los alumnos y explica que algunos tienen por dentro un pequeño circuito por el que circula agua caliente para cuando se encuentran a profundidades con temperaturas muy bajas. 

Colaboración con la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños

Cada vez que un león marino acaba en las costas gallegas, y tras pasar por la UCI de Nigrán, acaba por curarse y prepararse para volver al mar en las instalaciones del IGAFA. Y es que este centro colabora con  la Coordinadora para o Estudo dos Mamímeros Mariños. En el instituto ganan el peso y la musculación que les permite embarcar para su liberación en aguas de Gran Sol.

 


«Hay Igafas por todo el mundo»

Si de algo están satisfechos en el Instituto de Formación en Acuicultura es del talento que cada año exportan a todos los rincones del mundo. Criaderos de peces, moluscos y microalgas, acuarios o plataformas submarinas, así como ingenierías son algunos de los destinos en los que terminan los estudiantes del Igafa. 
«En los acuarios de toda Europa tenemos Igafas», subraya Malena Rodríguez refiriéndose a los alumnos que han pasado por el centro de formación gallego. Tailandia, Canadá, México o Noruega son solo algunos de los destinos en los que hoy desarrollan su actividad. «Están los acuarios de toda Europa», destacan los profesores. «Este centro ha nacido para dar soporte al sector acuícola, Cuando vas por el mundo y te encuentras a gallegos que se formaron en A Illa de Arousa sientes un gran orgullo», subraya el director del Igafa.