El hundimiento del Paseo do Cantiño era algo que se venía venir y que los responsables de evitarlo no adoptaron medida alguna para tratar de impedirlo. Esta es la convicción que tienen en el Goberno local de A Illa de Arousa, y la inquietud va en aumento no ya por las consecuencias de lo sucedido, sino porque teme que en fechas próximas se extienda el mismo problema a otros puntos de esta infraestructura.
El colapso se produjo durante la tarde noche del día 6, a pesar de que el Concello subraya que ya había advertido de este peligro en varias ocasiones a Portos de Galicia, un ente público de la Consellería de Mar al que corresponden las tareas de mantenimiento.
Lo sucedido es consecuencia de la carencia de cimentación del paseo, que se produjo porque el mar arrastró el relleno, y ahora esta infraestructura carece de una base firme en la que asentarse.
Ante esta situación, el Goberno local de A Illa de Arousa no da por buena la respuesta de Portos de Galicia, que revisó la zona para estudiar la situación y la solución al problema y la valló para evitar accidentes. El Concello entiende que es necesaria una reunión para valorar qué hacer porque se trata de un problema de carácter estructural.
