El Tribunal Supremo ha rechazado la admisión del recurso presentado por el vecino de A Illa de Arousa condenado a siete años y medio de cárcel en la Audiencia Provincial de Pontevedra, primero, y en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, después, acusado tirar a un hombre al vacío desde el edificio de usos náuticos del municipio isleño.
A consecuencia de las lesiones permanentes que sufrió, la víctima se encuentra limitada para llevar a cabo cualquier actividad profesional "que precise deambulación, subir o bajar escaleras o pendientes".
En la sentencia del TSXG que ahora adquiere firmeza, no se observa "déficit alguno en el razonamiento del tribunal sentenciador", al tiempo que se recalca que el relato de la víctima es "claro, firme y persistente".
Además, los magistrados indican que tampoco se detectaron contradicciones relevantes, y subrayan que es "un dato completamente irrelevante" si ambos se hallaban de frente o de espaldas en el momento en el que la víctima fue arrojada al vacío, "máxime si tenemos en cuenta el imaginable impacto emocional" que sufrió el perjudicado.
El alto tribunal indica que existen elementos periféricos que corroboran la versión del afectado, entre ellos "la geolocalización del móvil del procesado y lo que se descubrió a partir del volcado de los datos que contenía el terminal, las testificales de referencia y la documental médica".
La vista oral del juicio, celebrada el día 26 de octubre del año 2021, puso de relieve que lo acontecido fue un intento del condenado de matar a un amigo con la finalidad de ocultar los encuentros sexuales que mantuvieron. N.L.P., de 24 años, negó los hechos, aunque reconoció que en la madrugada del 8 de marzo de 2020 coincidió con la víctima en el pub Na Lúa, de la localidad arousana, y que lo llevó en su vehículo hasta el edificio de usos náuticos y que ambos subieron a lo alto de la construcción.
La víctima dijo que el condenado le pidió que se quitara el bolso, y aprovechando que se encontraba casi de espaldas lo agarró de la cintura y de una pierna, lo alzó en el aire y lo arrojó al vacío desde una altura de ocho metros, impactando contra el suelo de hormigón.
En el juicio, la defensa había solicitado la libre absolución del investigado.