Son muchos, cada vez más, los que durante el verano optan por visitar este enclave turístico para disfrutar de su fina y dorada arena y sus aguas cristalinas, alejado de cualquier resquicio de ruido más allá del que ofrece la propia naturaleza en todo su esplendor. Pero este paraíso corre serio peligro.
Centenares de personas peregrinan a este delicado ecosistema en temporada estival, y son muchas las que desconocen la importancia del suelo que sucumbe bajo sus pies. Una superficie que sufre la presencia descontrolada de estos turistas sobre sus elevaciones arenosas y monumentos prehistóricos, que amenazan con borrar del mapa el islote. Hoy, cuando sube la marea, el agua inunda la duna en su parte central, partiéndola en dos.
La única forma de acceder a este pequeño rincón es desde el propio mar. Las embarcaciones, a veces propiedad de los turistas, y otras arrendadas a través de actividades lúdicas, impactan directamente dañando el ecosistema. Lo mismo sucede con las chanclas que suben y bajan unas dunas que, cada vez, lo son menos. Niños y mayores pisotean sin rubor las cámaras funerarias prehistóricas que hacen de este lugar un paraje de gran valor histórico, cultural y turístico en el interior de la ría.
Es por ello que el Concello de A Illa de Arousa, por mediación de la Administración local del Instituto Social de la Marina, viene denunciando la situación de este paraíso respecto a la protección de su patrimonio natural y arqueológico. Reclama que de nuevo se prohíba el desembarco de personas sin la correspondiente autorización de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, así como el control del fondeo de embarcaciones, motos de agua y del número de visitantes, mediante un plan de usos.
Ante la necesidad de preservar dicho ecosistema, representantes de la Xunta de Galicia acordaron, junto al Gobierno Local, la redacción de un plan de gestión para Areoso, figura integrada en la Zona de Especial Conservación Complejo Ons-O Grove y en la Ley de patrimonio natural de Galicia. El documento, cuyo objetivo es velar por la conservación y el aprovechamiento turístico, recreativo y económico de la zona, está previsto que entre en vigor este mismo verano. Todas estas medidas estarán enfocadas a salvaguardar el futuro de uno de los rincones de referencia de la Ría de Arousa.
