Laura Portas: "El baile de las mareas también fue un baile de escritura para mí"

Periodista de profesión, se adentra en el mundo de la escritura con su primera novela ambientada en su Cambados natal y en el siglo XX. Laura Portas propone un apasionante viaje por las Rías Baixas de hace cien años de la mano de una protagonista que rompe con los roles establecidos

 Laura Portas. DP
photo_camera Laura Portas. DP

¿Qué le inspiró para escribir la historia de Aurora, una mariscadora de principios del siglo XX que lucha por labrarse un futuro?
Cuando me surge la oportunidad de poder escribir sabía que tenía que ser algo que a me representara, y qué me puede representar más que escribir sobre mi propio pueblo, Cambados. La historia de Cambados es muy rica, tiene mucha historia marinera, pero también tienen pazos y vino. Tenía claro que la protagonista tenía que ser una mariscadora, así que a partir de ahí empecé a desarrollar toda la historia. Este personaje tiene una voz muy fuerte. Al final se trata de una historia de superación pero inspirada en los testimonios de personas reales, de mariscadoras que vivieron a principios del siglo XX.

Situarse en esa época es complicado. ¿Cómo fue el proceso de investigación?
La documentación fue muy complicada porque al final no hay demasiados libros de esa época. La metodología que seguí fue hablar con personas mayores que tienen esa voz y esa mirada al pasado que mantienen vivas las historias de antes. Hablé con una señora que tiene más de 90 años, y con otra que era la tercera generación de mariscadoras que me pudo transmitir las diferentes visiones de su madre y su abuela, comparadas con la suya. Tuve que recurrir al boca a boca como hemeroteca por la falta de libros. Lo especial de esta investigación es que todas estas historias son reales y personales, además todas sucedieron en Cambados, por lo que encaja a la perfección con la historia de esta novela. Muchas historias que cuenta Aurora, la protagonista, en la novela son historias que sucedieron de verdad que me contaron las mariscadoras y que los ciudadanos de Cambados vivieron en primera persona. Como los naufragios, por ejemplo. Destaca uno en este pueblo que aún se recuerda hoy en día por la gravedad del accidente, gente que se quedó huérfana y sin familia. Parece que no lo valoramos suficiente y hay mucha historia y dolor detrás. Por otra parte, el vino también es un elemento que me llama la atención, ahora nos bebemos un albariño y lo conocemos perfectamente, pero si retrocedemos sesenta años atrás, no era como ahora. Casi no se utilizaba la uva blanca en esta zona, era la tinta la que usaban.

"Una persona cuando escribe es para desahogarse y plasmar pensamientos que igual de otra forma no se atreve"

Periodista de profesión, ¿qué desafíos tuvo que superar a la hora de afrontar esta novela?
No me sentía lo suficientemente preparada para lanzarme a escribir. Soy muy exigente conmigo misma. Me costó arrancar, porque quería hacer todo perfecto, hasta que me di cuenta de que perfecto no hay nada y la escritura tiene el poder de dejarte llevar. Además al estar acostumbrada a trabajar el género periodístico, todo tiene una estructura clara. Me costó soltarme pero luego lo disfruté mucho. El baile de las mareas, que viene a raíz de un naufragio, también fue un baile de escritura, de dejarme llevar por las palabras. Al final lo vas haciendo poco a poco, y tuve la suerte de poder contar con mucha gente de Cambados que me ayudó. Otro reto es el saber por dónde empezar, el mayor obstáculo eres tú misma. Sentía vértigo a la vez que tenía muchas ganas de empezar. A veces te falta el impulso para arrancar, pero luego, cuando empiezas, vas cambiando y sabiendo por dónde tirar.

Laura Portas. DP
Laura Portas. DP

El libro está ubicado en su Cambados natal. ¿Refleja esta historia aspectos de su vida o de la de su familia?
Desde luego que sí, cada vez que iba al instituto pasaba por delante del pazo protagonista, por eso para mí este libro fue un regalo. Sobre todo, por poder hacerlo inspirándome en mi vida. Para mí es un orgullo haber crecido entre las viñas, el mar, las calles empedradas y todos esos pazos. Cada vez que describía un paisaje era muy emotivo. A esto se le suma que me fui a estudiar a Madrid con 18 años y al estar fuera valoras mucho más tus raíces y de donde eres. Entiendes el sentimiento de la morriña, para mí es muy importante. Me siento reflejada con la voz de Aurora. Una persona cuando escribe lo hace para desahogarse y muchas veces plasmas pensamientos que igual de otra forma no te atreves a hacerlo.

¿Qué autores marcan su estilo narrativo?
Uno no sabe cuál es la forma que tiene de escribir hasta que se pone a ello. Para mí escribir siempre fue una forma de desahogarme, de ordenar pensamientos. En muchas ocasiones no conocemos la magnitud que tienen las cosas hasta que las vemos reflejadas en el papel. Me gusta escribir desde siempre, aunque es verdad que yo escribía pero no a gran escala, no sabía muy bien qué estilo tomar ni cómo lo iba a encauzar. Durante la carrera leí muchísimo. Desde los grandes clásicos como Gabriel García Márquez, que me gusta muchísimo, a Isabel Allende... Supongo que al final es un poco una mezcla, pero hace falta abrirse y expresarse en el papel. Llevándolo a mi terreno profesional, cuesta salir de formato noticia con una estructura muy marcada. Pero en el momento en el que tienes libertad y puedes dejar de ser periodista para ser tú, es el momento en que sale el estilo. Depende mucho de la personalidad de cada persona porque cuando escribimos reflejamos nuestro modo de ver la vida.

"Pretendo transmitir un mensaje de esperanza, de que por muy fuerte que sea la tormenta siempre llega la calma"

Después de estrenarse con su primera novela, ¿Qué planes tiene para el futuro?
Yo sigo trabajando, escribí esta novela compaginándolo con mi faceta periodística. Me cuesta mucho pensar en el mañana, cuando tienes las cosas planeadas nunca salen como esperas. Al final la vida te lleva por caminos sin quererlo, pero es verdad que con esta novela disfruté tanto que fue hasta una terapia para mí. Llegó en un momento personal difícil y, sin saberlo, era lo que necesitaba. Es por eso que me encantaría seguir escribiendo, de hecho tengo ideas en la cabeza que me gustaría plasmar en el papel. Si tengo a oportunidad, lo que sí que tengo claro es que quiero seguir escribiendo de Galicia.