LUCRECIA MARÍA GARCÍA, DIRECTORA GENERAL DE LA REAL CONSERVERA ESPAÑOLA

"La calidad es una apuesta rentable; quien la encuentra se fideliza"

Esta firma con base en Cambados acaba de recibir por sus navajas al natural el Premio Galicia Alimentación al producto excelente del Clúster Alimentario de Galicia. Un espaldarazo a una producción que busca potenciar la conserva gourmet en el mercado español e internacional

<p> Lucrecia García, al recibir el premio. EP </p>
photo_camera Lucrecia García, al recibir el premio. EP

¿Qué supone para ustedes este premio al producto excelente?
Este premio es un reconocimiento al trabajo bien hecho, al respeto por las gentes del mar y a la encarecida búsqueda de la excelencia en cada uno de nuestros productos. Las mejores materias primas están en nuestras rías y estamos comprometidos con hacer de ellas las mejores conservas del mundo.

También fue reconocida como la mejor conservera del mundo de productos de mar por la 2021 World’s Best 101 Canned Food Products from the Sea. ¿Cuáles son las claves de su apuesta por la calidad?
Sí, el año 2021 ha sido muy difícil en retos empresariales y muy gratificante en galardones. Nuestro pilar es el respeto por la calidad, y se plasma en toda la cadena de producción, desde la compra en las lonjas de proximidad hasta el envasado de cada una de las piezas que elegimos, una a una, pasando por las manos expertas de nuestras maestras. Trabajar cada materia prima en su mejor momento, ser pacientes para esperar ese punto de textura, madurez, color perfectos... Esta es la clave de nuestra calidad, sin duda. Nos enorgullece decir que nos han denominado como «la mejor conservera de productos del mar del mundo», aunque lo decimos con la boca pequeña como buenos gallegos modestos que somos. Pero creo que debemos empezar a creernos esta afirmación…

¿Dónde obtienen sus productos?
Todos nuestros mariscos se extraen en las rías gallegas, se depuran en ellas y de aquí salen envasados a mercados de todo el mundo. Los sellos de Pesca de Rías, DPO Mexillon de Galicia y Berberecho de Noia avalan el origen y nos dan un gran respaldo en la divulgación de estas joyas del mar. El 100% de los productos proceden de lonjas locales donde acudimos a diario.

¿Les sale rentable esta apuesta por lo gourmet con la inflación afectando al bolsillo del ciudadano?
La calidad es siempre una apuesta rentable. Quien la busca y la encuentra se fideliza. Como bien dicen nuestros clientes, cuando pruebas una conserva de Real Conservera Española percibes con los cinco sentidos la maravilla de producto. Una experiencia que se magnifica cuando se tiene la oportunidad de realizar una visita a nuestra planta envasadora en Cambados. Ahí se valora el trabajo que hay detrás de cada lata.

 

"Vendemos a más de 20 países, siendo los principales Italia, Francia y EE UU, y tenemos pensado abrir nuevos frentes"

 

¿Hay en España suficiente tradición de conserva de alta gama?
Lo cierto es que en España sí hay mucha tradición de consumo de conservas, sobre todo hacia el mediterráneo, aunque no tanto de consumo de conservas de alta gama.

¿Cuántas latas pueden facturar al año y cuál es la más vendida?
Solo internacionalmente vendemos más de 70.000 latas al año. Una de las favoritas son las sardinillas en aceite de oliva, las cuales se han convertido en el buque insignia de nuestra marca, pues todos nuestros clientes aseguran que son excepcionales. Nuestras sardinillas se capturan en el Atlántico con artes tradicionales y sostenibles. Se elige siempre el momento del día idóneo y la época del ideal en la que posee mayor grasa que aseguran su textura jugosa y su sabor excepcional. Durante su elaboración, las sardinas se limpian manualmente eliminando la cabeza, la cola y el resto de las vísceras que le queden en el abdomen. Esto se hace con sumo cuidado para no rasgarle ni el vientre ni la piel. Luego, se lavan en salmuera y se emparrillan una a una para tostarlas como se hacía antiguamente, dándoles la textura deseada. Acto seguido, se introducen en el envase con su líquido de cobertura de aceite de oliva —85% refinado y 15% virgen—. Estas conservas siempre se empacan manualmente seleccionándolas por su tamaño.

¿Dónde tienen su principal mercado, en España o en el extranjero?
Principalmente en España, aunque nuestra posición en el mercado internacional ha crecido exponencialmente los últimos años Actualmente vendemos a más de veinte países, siendo los principales Italia, Francia y EE.UU.

¿Cómo se percibe a la conserva gallega en el exterior?
Lo cierto es que a nivel internacional los clientes tienen claro una cosa: no hay pescado ni marisco como el gallego. La razón detrás no es otra que la calidad, la cual se deriva de un fenómeno oceanográfico conocido como ‘upwelling’ —en español, afloramiento— mediante el cual el agua superficial pobre en nutrientes es reemplazada por el agua más densa, fría y rica del Atlántico Norte. Aunque el afloramiento ocurre en otras pocas zonas del planeta, el relieve irregular de las costas de Galicia y la peculiar orografía de sus rías son una combinación única en el mundo que resulta perfecta para el incremento de biodiversidad y enriquecimiento del ecosistema marino. Estas circunstancias concluyen en una producción de altísima calidad.

Ha sido un año complicado para la industria: aún saliendo de las secuelas de la pandemia, subida de precios en el combustible y la energía, escasez de materia prima como el aceite de girasol, huelga del transporte, huelga en el propio sector a comienzos del año... ¿Cómo han lidiado con ello?
No podemos decir que nos hayamos visto afectados de manera directa por la escasez del aceite de girasol, ya que únicamente empleamos aceite de oliva. Por el contrario sí que nos hemos visto afectados por la inestabilidad en la situación del transporte, tanto para la recepción de nuestra materia prima como en el cumplimiento con los plazos de entrega y satisfacción de nuestros clientes. A pesar de ello hemos tenido la suerte de poder continuar con nuestra actividad sin grandes cambios.

¿Les afecta los cambios en la normativa sobre costas que el Gobierno impulsan a través de la Ley de Cambio Climático o el veto de Europa a la pesca de fondo?
Realmente no afecta a nuestra materia prima.

¿Cuáles son las vías de futuro que maneja la empresa?
Queremos seguir invirtiendo en una mejora continua, tanto ampliando nuestra gama de productos para satisfacer mejor las necesidades de nuestros clientes, como afianzando el valor principal de nuestra marca: la excelencia de nuestros productos. Por otro lado, nuestra estrategia internacional solo está empezando, tenemos pensado abrir nuevos frentes muy pronto. En septiembre acudiremos a la Seafood Expo Asia 2022 como punto clave en la expansión de esta estrategia.